MÉXICO

La situación actual de México al igual que a lo largo del tiempo ha sido caracterizada por una precarización que sufre la mayoría de la población como consecuencia directa del respaldo del gobierno antes los grandes empresarios, generando una economía desigual que logra oprimir a cientos de miles de mexicanos dejándolos prácticamente en las calles, cediéndoles una vida dolorosa con salarios apenas para sobrevivir o quedar endeudados de por vida.  A pesar del cambio de régimen que han suscitado en los últimos sexenios, el panorama no ha cambiado mucho, la violencia sistemática que el Estado nos deja ver es cada vez más evidente y cínica, dejando cientos de muertes a diario en manos de la economía informal, controlada principalmente por el narcotráfico  que es protegido muchas veces por el cuerpo policiaco que logra replicar estas acciones asesinas sin pudor al resto de la población, afectando en su mayoría a mujeres en las situaciones de vida más vulnerables, quienes desde sus trincheras han logrado expresar su descontento de distintas formas, utilizando el arte protesta como una de sus principales armas.  

A partir de finales del siglo pasado la expresión por medio de la gráfica, llámese grafiti, arte urbano o como quiera, ha tomado un gran papel en las protestas sociales en México, logrando visibilizar las distintas reivindicaciones que surgen en los movimientos, creando un impacto directo, ya que al intervenir propiedades privadas o pertenecientes al Gobierno, el descontento del ala conservadora logra crear polémicas  distintas que generan una inevitable conciencia colectiva, logrando el objetivo de cada movilización como sucede cada 8M y 28 de Septiembre en el que miles de mujeres salimos a protestar a las calles por nuestros derechos, usando nuestras pintas como arma indispensable para expresar nuestra voz, descontento y rabia.  

Cuando en días como hoy el discurso feminista se ha tornado tan expuesto, explotado, y algunas veces malinterpretado, en países como México y alrededor de Latinoamérica no nos queda otra opción más que sumarnos al movimiento por las obvias circunstancias que el gobierno, “cultura” y tradiciones arcaicas han impuesto sobre  nosotrxs, buscando reinventarnxs y encontrar nuevas formas de expulsar el fuego que arde en nuestro interior, que no es más que alimentado por toda esta inconformidad que se vive día a día en realidades como las nuestras.  

Texto de Hokzyn, artista mexicana que hace parte de la exposición ‘Arte en resistencia’. 2020.